blog

Sé lo que es caminar entre señales que nadie más parece notar, sentir que algo dentro de ti busca ser visto, comprendido. y escuchado.

A veces, la vida nos habla en gestos pequeños, en susurros disfrazados de dudas, en emociones que nos sacuden sin avisar.

Aprender a escucharlas no es fácil, pero aquí estás, tratando de entender, de crecer, de transformarte.

También sé lo que es cargar con juicios, con ideas que en algún momento parecían verdades absolutas, pero que hoy ya no sirven.

El peso de esas creencias puede hacer que todo se sienta rígido, como si fueras prisionero de tu propia historia.

Y entonces llega la pregunta:

¿Y ahora qué?

¿Cómo dejo ir esto?

¿Cómo empiezo de nuevo?

¿Cómo me perdono?

¿Cómo me perdono a mi?

 

Escucha… la respuesta no está en el pasado ni en el futuro. Está aquí, en este momento.

 

Aceptar lo que sientes no significa rendirte, significa liberarte.

A veces, el miedo aprieta la garganta, y la tristeza nos inunda.

Y eso está bien.

No huyas de eso.

No lo reprimas.

Si lo aceptas, si lo sostienes sin luchar contra ello, algo increíble sucede: se transforma.

 

Y donde antes había miedo, aparece impulso.

Donde antes había peso, nace ligereza.

Deja que tu energía fluya.

No eres tu pasado, no eres las historias que otros te contaron sobre ti.

 

Eres mucho más. 

Cambias, creces, evolucionas.

Y eso está bien.

No tengas miedo de soltar lo que ya no te sirve.

No temas sentir, porque cada emoción es una oportunidad para conocerte mejor.

Ríe. Llora. Siente.

 

Disfruta la belleza de lo simple.

Permítete ser humano.

No necesitas demostrarle nada a nadie.

No necesitas ser perfecto.

 

Solo necesitas ser tú.

 

Porque la verdadera fuerza no es endurecerte ni reprimirte, tampoco aguantar mucho.

No es luchar contra lo que eres.

 

Es abrazarte por completo.

 

Es saber que en cada caída hay un nuevo comienzo, que en cada lágrima hay una semilla de cambio, que en cada miedo hay una oportunidad para transformarlo en motor para impulsarte y volver a comenzar.

Vive libre o no vivas en absoluto.

 

Estoy aquí para recordártelo.

 

Tú Eres La Fuerza.

Con Amor y Magia, Jorge.