Me volví loco.
Aunque, en el fondo, siempre lo supe.
Estaba confundido, sin rumbo, no entendiendo nada.
Pero un día el Tarot apareció.
Y cuando lo tuve en mis manos, entendí muchísimo menos.
Pero ahora, en certeza total, de que no hacía falta entender tanto.
Me volví loco…
Para encontrarme.
Porque en definitiva,
No conozco nada de la Tierra en donde vivo, sus fenómenos y tampoco lo que hay dentro de una montaña.
No conozco nada en este cuerpo, donde eones de mundos microscópicos me sostienen.
No entiendo nada del Universo, mucho menos del inconsciente y jamás lo entenderé.
Solo cuando muera.
Y eso sí que siempre lo supe con certeza.
Me volví loco…
Para desarrollar mi consciencia y recordarme.
Como lo que realmente Soy y no lo porquería que creo ser.
Me volví loco…
Para tener la cordura de saber que sólo soy un sueño viviendo un eterno despertar.
Me volví loco.
Y comprendí.